Hay sonidos que se echan de menos, y como extrañaba a los Arctic Monkeys, Crying Lightning ya no suena a adolescentes ebrios gritando y vomitando, ahora es distinto y cuando parecía que estaba a punto de darle la razón a Moby con eso de que el sonido ingles iba hundiéndose en algo inevitablemente aburrido, los Monos Árticos vuelven a encender mis ansias, algo así como cuando alguna de sus primeras canciones se paseo por cada uno de los oídos de este planeta, encargados sin remedio de despertar algo que casi se quedaba dormido.
Arctic Monkeys - Crying Lightning:
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