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viernes, 21 de mayo de 2010

Crystal Castles / Crystal Castles (2010)

Por mucho tiempo Crystal Castles además de ser solo los berrinches de Alice, fue encajado en el desorden por medio de los 8 bits, su estilo no sonaba fuera de lo común ni era nuevo, eso hasta que la inclusión de ciertos samples y atmosferas de ciencia ficción lograron llamar la atención más de lo que puede hacer un videojuego, allá en su debut del 2008.

La historia se hubiese podido repetir este año con su segunda entrega, unos cuantos bits sobrecargados no hubieran afectado mucho nuestro vivir, además los habríamos aceptado con agrado, claro, no contábamos con el salto que el dúo le ha querido dar a su música, un salto que califico como acertadísimo.

Crystal Castles ha firmado un pacto entre el desorden y lo melódico, cuando escuchaba por primera vez Celestica, creía que me había bajado otra cosa, el cambio de dirección fue tremendo, Celestica incorpora la cantidad exacta de shoegaze en una debilitada voz de Alice, para crear la perfecta melodía nocturna, un ambiente que se conserva durante las canciones que continúan.

Hay tres niveles en esta entrega, el primero es el escalón melódico que alcanzan temas como Celestica y Suffocation, Crystal Castles capta calidez para armar dulces deliciosos para cualquier oído, el segundo nivel o aspecto son los comportamientos casi robóticos de ciertas canciones como Year Of Silence o Empathy, la distorsión de la voz de Alice lo es todo en esta etapa, donde los coro se repiten como una orden de computadora. El tercer y último aspecto es el retorno al origen, representado obviamente por la destructora Doe Deer, una canción que fácilmente pudo ser parte de su debut del 2008.

Aunque este disco no es un rompecabezas donde todo encaja, así tenemos a la impresionante Violent Dreams, un tema que representa el concepto del disco ya que recorre todos los momentos que mencione, de lo mejor del dúo de Toronto, has la prueba escuchándola con unos buenos auriculares, alucinaras con las ondas que rotan de oído a oído.

No se puede dejar de mencionar la experiencia que Ethan ha adquirido en todo este tiempo, su trabajo de productor no tiene queja alguna, ha sabido beber de los lados precisos, Fuck Buttons por aquí o hasta Young Marble Giants por allá.

Ha sido favorable el atrevimiento del dúo por intentar algo nuevo, la evolución que persiguen tiene un largo camino que seguramente demostraran en sus próximos álbumes, está claro que su sonido prevalecerá y no será recordado como una fiebre momentánea, tal como le sucedió a algunos estilos como el nu-rave y parecidos.

Yo no le pongo números a los discos porque no son matemáticas, pero este ha quedado muy alto en mi temprana lista del 2010.