Confieso que nunca había logrado encontrar coherencia en sus anteriores trabajos aun firmados bajo el nombre de Final Fantasy, pero parece que el cambio de identidad ha sido la gran excusa para darle una vuelta entera a su carrera y redimensionarlo como artista, y aunque las liricas en Heartland continúan narrando historias increíbles bastante cercanas a una aventura de consola, las melodías ahora son más sentidas, insinuando una fusión entre Beirut o Grizzly Bear, artistas a los que Owen alguna vez ayudo con arreglos.
La producción denota un gran esfuerzo de Pallett por crear algo resaltante, y si que lo ha logrado, la sinfonía en cada tema narrando el vivir de Lewis (un granjero que ocupa gran parte del disco) resulta exquisita y envolvente, una jaula de la que luego no hay salida, el transcurrir de Lewis toma forma a veces de una película dramática y otras de algo más esperanzador, pareces verlo luchar contra su patrón en canciones tan conmovedoras como E Is For Estranged o What Do You Think Will Happen Now?, por no mencionar la extraordinaria opacidad que alcanzan Keep The Dog Quiet y la cortísima Mount Alpentine una especie de continuación de la anterior, Heartland no es solo el despliegue de un gran compositor apoyado por la filarmónica Checa, el canadiense también se atreve a experimentar en Midnight Directives, intentando algo clásico con tendencias pop, no del pop para radios, sino de esa nueva ola de la que el año pasado se apodero Grizzly Bear.
El último trabajo del ex Final Fantasy es claramente el mejor de su carrera hasta ahora, emocionante, épico y calculador, un compositor con un talento y ganas que se encuentran en su mejor momento.
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